2 mandarinas bien grandes
3/4 partes de un pocillo de café (tamaño normal) de aceite
1 huevo
1 taza de azúcar
1 y 1/2 tazas de harina leudante
Preparación:
Lave bien las mandarinas bajo el chorro de la canilla. Parta una de las mandarinas por la mitad, quítele las semillas y así, con toda su cáscara, pulpa y hollejos, procésela.Súmele el jugo de la otra mandarina (controle que no se filtre ninguna semilla…).
Agregue en el recipiente de la procesadora el aceite, el huevo y el azúcar indicados.
Cuando ya de la mandarina no quede más que el color…vuelque lo procesado en un bol y únale suavemente la harina leudanne mezclándose la sin batir.
Vuelque la mezcla en un molde tipo budín inglés mediano (N°3), previamente enmantecado y enharinado.
Cocine la torta en horno moderado hasta que la superficie esté suavemente dorada y los costados quieran separarse del molde.
Por si acaso…clávele una brochette para cerciorarse que si está cocida. Debe salir adherencias.
Retire la torta del horno y desmóldela sobre una rejilla.
Una vez fría devórela así nomás: ¡desnuda! o báñela con chocolate cobertura; o cúbrala con un baño de azúcarc como se explica a continuación:
Baño de glasé:
Coloque 1 clara en un bol y mézclele 250 g de azúcar impalpable tamizada más suficiente jugo de limón (agréguelo de a gotitas) hasta obtener una pasta espesa, lisa y brillante.
Súmele 1 cucharadita de cremor tártaro.
Agréguele de a poco (mientras mezcla continuamente): almíbar a punto de hilo flojo, hasta lograr un baño que “corra por sí sólo” y cubra bien. Cubra con este baño la torta de mandarinas, el resultado…¡irresistible!