Ingredientes:
80 gramos de azúcar moreno
80 gramos de azúcar blanca
300 gramos de harina de repostería
Dos cucharaditas de bicarbonato
150 gramos de mantequilla
2 huevos
Una pizca de sal
150 gramos de chocolate blanco
Preparación:
En primer lugar ponemos la mantequilla a temperatura ambiente o pomada en un bol, añadimos los huevos y el azúcar y removemos hasta que nos salsa una especie de crema (que huele de maravilla si os gusta la mantequilla).
En segundo lugar, añade la harina previamente tamizada (pasarla por un colador para evitar que caigan los grumos) y la levadura, lo remueves todo hasta que quede una masa homogénea. Es importante que observes que no queda ningún trozo de masa sin mezclar correctamente.
Trocea el chocolate. A mí me gusta hacerlo en trozos grandes porque me encanta encontrarlos entre las galletas y que aumente el sabor de ésta, pero podéis hacerlo como gustéis. A continuación, añádelos a la masa y remueve para que quede homogéneo.
El horno debe estar precalentándose a 180º aproximadamente. Coge una bandeja de horno, ponle papel de cocina y comienza a hacer la bola de las galletas. Puedes hacerlo con dos cucharaditas pequeñas, con las manos o como gustes.
Colócalas separadas ya que pueden levedar en el horno y pegarse. Una vez que hayan pasado unos 15 minutos en el horno será el momento de sacarlas y ponerlas en una rejilla a enfriar.
Perfectas para meriendas, desayunos y entre horas… ¡Esto es absolutamente irresistible!
Recomendaciones
Podéis utilizar tanto mantequilla como margarina para hacer las galletas, van a salir igual de bien, la única diferencia es que cuando utilizas mantequilla las galletas tienen un sabor más intenso.
Podéis utilizar diferentes tipos de levadura para las galletas, desde bicarbonato a levadura química o levadura de panadería. Como os comentaba antes, siguen saliendo bien e increíblemente buenas.